Desde violación a tratos infames: el lado aberrado de la represión en Venezuela

Caracas, 25 de junio.- Los efectivos de la Guardia Nacional (GN) y algunos componentes de los cuerpos de seguridad del país se han convertido en personajes represores, han perpetrado abusos y arbitrariedades que van más allá de todo raciocinio.

Durante una audiencia de presentación dos mujeres identificadas como Kelly Medina y Luzmery Galindo, quienes fueron detenidas desde el 3 de junio cuando se trasladaban en un autobús de Transchacao, junto a otras 51 personas, develaron los tratos crueles y degradantes por los que tuvieron que pasar cuando se encontraban apresadas en una comandancia de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).

De acuerdo a una publicación de El Nacional, revelaron que cuando estuvieron tras las rejas los funcionarios entraban a las duchas mientras ellas se bañaban y una noche un custodio entró a la celda y le ofreció dinero a una de las jóvenes para se callara mientras él abusaba sexualmente de su compañera.

En la celda habían siete mujeres que se enfrentaron al funcionario y no durmieron esa noche para poder cuidarse entre ellas. Elenis Rodríguez, abogada y codefensora de las jóvenes, explicó que el funcionario las amenazó y aunque la agresión sexual no ocurrió “les metió un psicoterror diciéndoles que ‘mientras estuvieran ahí todas iban a saber lo que era bueno’ solo porque se defendieron entre sí”.

Pero en el caso de otra joven identificada como Damaris (identidad protegida) no ocurrió lo mismo. La joven fue detenida en San Antonio de Los Altos y llevada a un centro de reclusión conocido como “la escuela”, bajo la custodia de la Guardia Nacional (GN). Permaneció 16 días detenida y en varias oportunidades les dijo a sus abogados que había sido manoseada por uno de los guardias. Una noche después de la comida se sintió débil, desorientada y perdió la conciencia. La joven asegura que fue drogada y al despertar se revisó el cuerpo porque tenía dolor y encontró sangrado en sus genitales.